El TOC, Trastorno Obsesivo Compulsivo, más cerca de lo que crees.

 En Patologías

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO: qué es y a quién afecta.

Hoy vamos a tratar en nuestro blog uno de los problemas más comunes y más presentes en la vida de las personas, podemos decir incluso que todos hemos sufrido algo de esto en algún momento sin darnos cuenta.

Es normal sentir, a veces, la necesidad de volver a casa para comprobar si has dejado o no la plancha encendida o si has cerrado o no el coche…Pero cuando sufres trastorno obsesivo compulsivo (TOC a partir de ahora), los pensamientos obsesivos y las compulsiones interfieren de manera importante en la vida de las personas. No importa lo que intentemos hacer para deshacernos de ellos, que aparecen incluso con mayor frecuencia. Si te han diagnosticado TOC o tienes sospechas de ello, probablemente tu mente se llena pensamientos no deseados, que te amenazan con sufrir un desastre si no efectúas ciertos rituales repetitivos y sin sentido. Aproximadamente uno de cada cuarenta individuos lo padecen.

¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo? ¿Qué es TOC?

 trastorno obsesivo compulsivo chica de paseo por el campo
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno psicológico de ansiedad. Antes se consideraba el TOC como una enfermedad psiquiátrica rara, que no respondía al tratamiento, ahora es reconocido como un problema bastante común. Se caracteriza por las obsesiones y/o compulsiones que consumen tiempo, son estresantes y/o interfieren con las rutinas, las relaciones interpersonales o el funcionamiento cotidiano. Cuando intentas detener o controlar las obsesiones, la ansiedad y angustia aumentan. La técnica para reducir esos niveles de ansiedad es a través de las compulsiones.
Por lo tanto, una obsesión es una idea, pensamiento recurrente, impulso o imagen intrusa e inapropiada, que provoca preocupación y ansiedad excesiva. Las obsesiones implican adelantarnos a lo que puede suceder en caso de que pasara lo temido. Las obsesiones son diferentes a las preocupaciones de la vida diaria. Por ejemplo: pensar una y otra vez que me he dejado el gas encendido y lo que podría suceder si fuera así (siempre imaginando lo peor).
Una compulsión es un acto llevado a cabo o un pensamiento que ayuda a prevenir o aliviar la ansiedad, con una duración aproximada de una hora diaria. Por ejemplo: comprobar el gas 10 veces antes de salir de casa.

¿Qué tipos de obsesiones y compulsiones existen?

Dentro del TOC hay diferentes tipos, a continuación vamos a explicar los más comunes:
Los que comprueban: tienen la sensación continua, exagerada e irracional, de que pueden ser los causantes de grandes catástrofes que puedan suceder por no llevar a cabo la compulsión o por hacerlo de forma imperfecta.
Los que se lavan y limpian: el miedo en este tipo es el de una posible contaminación por la suciedad, virus, gérmenes… Viven con el temor constante de sufrir algún daño o de causarlo a los demás, por no llevar a cabo algún acto. Están las obsesiones de suciedad donde se experimenta un gran malestar al entrar en contacto con heces, orina, sudor, basura, ropa u objetos sucios. Y las obsesiones de enfermedad, donde el miedo está en ser contagiado con gérmenes que causen enfermedades. También están las obsesiones de contaminación, donde tememos contaminarnos con productos químicos o sustancias perjudiciales para nuestra salud.
Los de agresión: aquí el mayor miedo es a agredir física o verbalmente a otras personas o la idea de agredirse a sí mismos.
Los que ordenan: necesitan ordenar u organizar ciertos objetos de forma exacta y perfecta. Si no lo llevan a cabo se sienten tensos si éstos son movidos o cambiados de lugar.
Los obsesivos puros: experimentan pensamientos e imágenes involuntarios, intrusos y horrendos en los que causan daño a los demás. En este caso, no se llevan a cabo rituales o comprobaciones, sino que hacen una serie de pensamientos repetitivos, como contar, rezar, repetir algunas palabras, para acabar con esos pensamientos que aparecen.
Los que acumulan objetos y tienen dificultades para deshacerse de ellos.
Cómo ya hemos dicho en la introducción, muchas personas pueden identificarse con algunos tipos de trastorno obsesivo compulsivo, la diferencia está cuando la conducta interfiere significativamente en la vida cotidiana.
Entre las compulsiones más frecuentes nos encontramos con:
1. Lavado, limpieza y desinfección: el lavado puede ser del propio cuerpo, ropa, casa, mascotas, hijos…Puede existir la continua sensación de no estar lo suficientemente limpio, el contaminarse…
2. Comprobación: consiste en comprobar que algo negativo no ha sucedido, que no se ha cometido ningún error o imprudencia. Ejemplo, comprobar una y otra vez que la puerta está cerrada, si estás lejos de casa y te viene la duda, vuelves a casa a comprobar que no está abierta la puerta. Las comprobaciones pueden hacerse también mentalmente. Por ejemplo, el caso de un paciente, que tenía la obsesión de haber atropellado a alguien con el coche. Repasaba y comprobaba mentalmente lo que había hecho.
3. Orden y simetría: pueden darse con todo tipo de objetos. Para entender esta compulsión vamos a poner algunos ejemplos. El caso de un paciente, que para poder trabajar correctamente, necesitaba tener todo correctamente ordenado. El tener este orden, puede parecer algo bastante común, pero la diferencia se encuentra en el tiempo invertido en mantener ese orden. Continuamente recibía críticas por el tiempo que dedicaba a ordenar y no al trabajo.
4. Repetición o contar: se pueden repetir multitud de comportamientos o acciones mentales, muchas veces siguiendo normas fijas o en un número determinado de veces.
5. Acumulación. Coleccionar o guardar elementos que no son útiles y que ocupan espacio.
Cualquiera de estas compulsiones expuestas anteriormente pueden darse de forma ritualizada.

¿Qué es un ritual?

 trastorno obsesivo compulsivo chico desesperadoCuando una acción tiene varios pasos que han de cumplirse siguiendo un orden o secuencia rígida. Por ejemplo, para lavarte las manos tienes que empezar primero por el pulgar, después pasar al índice…y así sin saltarnos ningún paso.
A continuación vamos a exponer un caso:
El conflicto de Carlos con el TOC empezó con la duda de si había cerrado o no la puerta del coche. Con el tiempo, la necesidad de comprobar iba absorbiendo diferentes aspectos de su vida. Volvía una y otra vez a comprobar si el coche se encontraba cerrado, si la puerta de casa estaba cerrada, si la plancha estaba desenchufada…y así con todo. Incluso en los descansos del trabajo volvía a casa (30 minutos de viaje) para comprobar si había cerrado todo correctamente. Después fue apareciendo el miedo a hacerle algo a alguien ¿y si atropello a un ciclista? ¿y si se mete un niño en el coche y le hago daño?. En este caso las obsesiones giraban en torno al miedo a hacer algo malo u omitir algo malo que pudiera resultar dañino para los demás.

 

Pero entonces, ¿cuándo es TOC y cuando no?

La palabra obsesión es algo que utilizamos muy a menudo para referirnos a muchas cosas. Solemos utilizar las expresiones de “estás obsesionado”, “eres muy obsesivo/a”, “tienes una personalidad obsesiva”. Al inicio del artículo hemos descrito lo que es una obsesión (pensamientos, imágenes o impulsos desagradables o absurdos, que aparecen en nuestra mente y nos provocan gran malestar). A continuación vamos a dejar claro lo que NO son obsesiones.
Las preocupaciones diarias: mucha gente vive en un día a día lleno de preocupaciones.
Tendemos a preocuparnos por cosas que puedan llegar a suceder, por temas de trabajo, familiares, hijos, pareja, problemas económicos… en algunos casos dichas preocupaciones son excesivas y puede aparecer la sensación de pérdida de control, es aquí donde pueden aparecer los síntomas de ansiedad. Pero entonces, ¿dónde aparece la diferencia entre una obsesión y una preocupación? La diferencia está en que cuando las obsesiones aparecen, nos asustamos y las intentamos evitar. Cuando son preocupaciones no nos asustamos, ya que tendemos a pensar que es bueno el preocuparse por ciertos asuntos. Las preocupaciones son un intento de solucionar cierto problema, mientras que las obsesiones son un problema en sí.
Miedo a volvernos locos: si has tenido algún pensamiento de este tipo, seguramente estés pensando que te puedas estar “volviendo loco/a” o sientas vergüenza por pensar así.
Puede ser que estés preocupado/a o asustado/a por tus pensamientos, pero sabes que son producto de tu mente, ya que no crees que nadie te esté controlando o introduciendo estos pensamientos dentro de tu mente, además después te sientes realmente culpable y avergonzado por haber pensado algo así. Después de un delirio o alucinación no aparece la vergüenza o culpa porque la persona está convencida de que son reales.

¿Cuáles son los síntomas del TOC?

El TOC puede manifestarse de muchas formas diferentes, los síntomas más comunes pueden ser las compulsiones de comprobación y las de lavado o limpieza. También las de simetría, los pensamientos sexuales, pensamientos agresivos e involuntarios, contar de forma compulsiva, preguntar para asegurarnos, ordenar y acumular.
Cuando hablamos de trastorno obsesivo puro, nos referimos al hecho de personas que presentan obsesiones sin o con menos compulsiones (comprobar, contar, lavar…). Los comportamientos llevados a cabo para reducir la ansiedad suelen consistir en evitación mental o excesiva preocupación.

¿Cuándo comienza a aparecer el TOC?

Su inicio suele darse durante la adolescencia o al inicio de la edad adulta, aunque esto no descarta que se dé también en niños.
La aparición no es repentina, sino gradual, va apareciendo poco a poco. Y suele estar relacionada con grandes periodos de estrés.

¿Qué causa el trastorno obsesivo compulsivo?

No se conocen con exactitud las causas del trastorno obsesivo compulsivo. Aunque cada vez existen más evidencias a favor de las siguientes hipótesis.
Herencia: numerosos estudios demuestran que hay personas más vulnerables que otras para desarrollar un TOC debido a los genes.
Los rasgos de nuestra personalidad: Una de las características más observadas en personas que padecen TOC es un elevado sentido de la responsabilidad y alta sensibilidad a cometer errores. Hay una serie de experiencias durante la infancia que pueden facilitar el desarrollo de un alto sentido de la responsabilidad. Se nombran a continuación:
1. Toma prematura de la responsabilidad: niños que desde pequeños se ven obligados a crecer antes de lo que deberían por determinadas situaciones familiares.
2. Mucha protección familiar.
3. Pensamientos con consecuencias negativas por casualidad: por ejemplo, es completamente normal enfadarnos con familiares cuando no obtenemos lo que queremos. Y también es frecuente durante ese tiempo que el niño maldiga o desee la muerte o enfermedad a algún familiar. Si dicho familiar experimenta algún suceso negativo, el niño puede pensar que sus pensamientos pueden influir negativamente en la vida de los demás. Esto puede hacer que el niño comience a pensar que sus pensamientos pueden suceder o perjudicar a los demás con ellos.
4. Errores con consecuencias negativas: es normal cometer errores. Si durante la infancia cometes algún error o descuido y éste tiene consecuencias negativas puede facilitar que te sientas responsable si vuelves a cometer dicho error. Por ejemplo, María tenía que ocuparse de su prima pequeña durante una hora, su prima se quemó con un radiador. María se comenzó a castigar por el hecho de que ha sido un grave error y tenía que haber cuidado de ella. Desde ese momento se considera responsable del bienestar de los demás.
Hasta el momento estarás pensando que puede haber gente que tenga un sentido muy alto de la responsabilidad, pero no ha desarrollado un TOC y estás en lo cierto. Para desarrollar un TOC hace falta una base genética, ciertos rasgos de personalidad, pero además hacen falta ciertos acontecimientos estresantes vitales, junto con un estado de ánimo negativo.

¿Qué es un acontecimiento vital estresante?

Pueden ser cambios positivos o negativos. Por ejemplo, un despido laboral, el nacimiento de un hijo, ser ascendido en el trabajo, mudarse a otra ciudad…todos los cambios, ya sean positivos o negativos requieren un periodo de adaptación y la puesta en marcha de habilidades de afrontamiento. También hay situaciones negativas que se mantienen en el tiempo: conflictos familiares, de pareja, en el trabajo…todas estas situaciones mantenidas en el tiempo pueden dar lugar a que nos estresemos de más.
Por lo tanto, las causas del TOC no se saben todavía exactamente, pero si se sabe que puede influir en su aparición. Hemos dicho que tendría una base genética, ciertos rasgos de la personalidad, situaciones vitales estresantes y un estado de ánimo negativo.

¿Es raro tener pensamientos intrusos en la mente?

El hecho de tener pensamientos intrusos no es un extraño ni raro en sí mismo, según apuntan numerosos estudios. Prácticamente todo el mundo los tiene en algún momento de su vida, especialmente en aquellos momentos en los que nos sentimos con un estado de ánimo más bajo o durante grandes periodos de estrés.
¿Cómo se mantienen las obsesiones y las compulsiones?
Pueden mantenerse por los siguientes procesos:
1. Estar alerta ante todos los pensamientos hace que el problema se siga manteniendo.
2. Evitar lo temido: cuando tememos algo el nerviosismo aumenta al aproximarnos o pensar en ello, ésto hace que tendamos a evitarlo. A corto plazo nuestra ansiedad disminuye, pero a largo plazo estoy manteniendo el problema.
3. Aumento de la ansiedad: cuanto más pendiente de los peligros estés y más los evites, más nervioso te podrás cuando no puedas evitarlo.
4. Realizar compulsiones: es un remedio para calmar la ansiedad, que realmente al intentar controlar o calmar los pensamientos hace que se hagan más fuertes.
5. Pedir ayuda a familiares: el pedirles ayuda nos puede hacer sentir más tranquilos, pero esto es una falsa ayuda. Ya que hace que el problema se refuerce.

¿Es lo mismo el TOC que el Trastorno Obsesivo Compulsivo de la personalidad?

El TOC es un trastorno de ansiedad, mientras que el TOC de la personalidad (personalidad obsesiva) está dentro de los trastornos de la personalidad (como por ejemplo, el trastorno límite de la personalidad…). Por lo tanto, no es lo mismo.

¿Qué tests pueden ayudar en el diagnóstico?

Entre los test del TOC más comunes para ayudar a su diagnóstico:
El cuestionario de temores de Wolpe
Escala Yale-Brown de Obsesiones y Compulsiones

¿Cómo tratar el trastorno obsesivo compulsivo?

 trastorno obsesivo compulsivo, como tratarlo, chico haciendo autostopSi tienes un TOC o conoces alguien que lo tenga, seguramente te has sentido identificado/a con lo leído hasta el momento. Conocer y entender el problema está muy bien, pero ¿cómo lo puedo tratar?¿Qué puedo hacer para solucionar este problema? Hasta el momento hay dos tratamientos que han resultado eficaces: el tratamiento psicológico y el farmacológico. En muchas ocasiones se combinan ambos tratamientos.
Tratamiento psicológico: cuyo principal objetivo es reducir las obsesiones, las compulsiones y el malestar causado, que ayuda a mejorar así la calidad de vida del paciente.
Dentro del tratamiento psicológico está:
Dar la información necesaria al paciente sobre el TOC: como funciona, que la genera y que la mantiene.
Exposición: el paciente tendrá que exponerse al objeto, pensamiento o situación temida ya sea o no real.
Identificar y eliminar los procedimientos contraproducentes: es decir, aquellas conductas que ayudan al paciente a disminuir la ansiedad, pero que realmente sigue manteniendo el problema.
Técnicas cognitivas.

El TOC en niños también puede aparecer:

Cómo ya hemos dicho anteriormente, el inicio suele ser durante la adolescencia o inicio de la edad adulta. Pero también el TOC infantil puede darse.
Señales de trastorno obsesivo compulsivo en los niños:
Preocuparse mucho por la suciedad y los gérmenes.
Lavado frecuente de manos, a menudo siguiendo un ritual. Tener las manos enrojecidas, piel agrietada debido al exceso lavado.
Evitación del sitios que puedan estar sucios, como el recreo, ciertas clases…
Llevar los cordones sueltos porque puedan estar contaminados.
Evitar tocar ciertas cosas por pensar que están sucias.
Preocupación excesiva por las secreciones y desechos corporales.
Insistencia en mantener cierto orden.
Tener que contar y repetir las cosas cierto número de veces.
Repetir rituales, por ejemplo, pasar una y otra vez por las puertas, tocar objetos cierta cantidad de veces, dejar las cosas de cierta manera.
Comprobar continuamente las cosas, por ejemplo las puertas, luces, cerraduras.
Hacer las cosas en un tiempo excesivo. Por ejemplo, observar numerosas marcas de haber borrado en tareas escolares.
Miedo excesivo a hacerse daño.
Temor a equivocarse.
Acumulación excesiva de cosas
Ansiedad e irritabilidad excesivas.
El tratamiento recomendado para niños con TOC es la terapia psicológica cognitivo-conductual.

Pautas generales para los familiares:
1. ¿Cómo puedo identificar si se trata o no de un TOC?

– Por ejemplo: si tu familiar hace preguntas constantes para calmar la propia necesidad de reafirmación.
– Excesiva preocupación por nimiedades y detalles.
– Reacciones emocionales extremas ante cosas sin importancia.
– Incapacidad de dormir bien.
– Considerar la vida diaria como una lucha.
– Conductas de evitación.

2. Normalmente cualquier cambio (incluso los positivos) le producen mucha tensión. Y es entonces cuando afloran los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo. Por ejemplo, en lugar de decir “deja eso!, otra vez con lo mismo…” es mejor trasmitir mensajes del tipo: “no te extrañe que tus síntomas empeoren, fíjate en los cambios que estás experimentando” puede tranquilizarle, servirle de apoyo y crear una alianza positiva y de seguridad. Además los conflictos familiares sólo avivan el fuego y favorecen la intensificación de los síntomas del TOC.

3. Es importante animar para que la persona refuerce sus cambios, pero siempre sin presionar. La eficacia del tratamiento del TOC varía de una persona a otra, por lo que sería recomendable no hacer comparaciones y evitar frases del tipo: “no veo ninguna mejoría, cada día que pasa estás peor, esto no va a cambiar nunca”. Hay que tener paciencia.

4. Reconocer las pequeñas “mejorías”

5. Crear un ambiente de apoyo: intenta siempre mantener la calma.

6. Seguir con la rutina normal: no cambiar los hábitos por las compulsiones. Por ejemplo, dejar de hacer cosas que afecten a mi vida, por evitar que mi pareja realice compulsiones, esto SOLO aumenta el problema.

7. Es importante pasar tiempo separados. El problema no puede gobernar la vida de todos, porque además actuando de esta forma lo único que hacemos es que el problema crezca.

Itziar Villalba Carrascosa

Psicóloga Sanitaria

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