Anorexia nerviosa, cuando tu relación con la comida es tóxica. Nuevo enfoque 2018
Anorexia nerviosa, una relación tóxica con la comida.
Cuando estableces una relación tóxica con la comida podemos decir que estás muy cerca de caer en lo que llamamos los TCA, es decir, los trastornos de la conducta alimentaria. Dentro de ellos tenemos la anorexia nerviosa y la bulimia. Como casi en todos los problemas psicológicos, las personas tienden a pensar que lo que les pasa a ellos no es para tanto, o no al menos para clasificar su problema dentro de estos rangos.
Hoy vamos a dedicarnos a entender la anorexia nerviosa.
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
Son problemas de salud (desórdenes alimenticios) que se manifiestan como alteraciones llamativas en los hábitos relacionados con la comida, trastornos del comportamiento alimentario y que a veces, cuando no se tratan, pueden poner en peligro la vida de las personas que lo sufren.
¿Qué es la anorexia nerviosa?
Consiste en la pérdida de peso excesiva a raíz de un ayuno autoimpuesto, lo que en psicología llamaríamos “restringir” y esta restricción acaba llevando a la persona a ser muy selectiva con lo que come, ya que tratan de ingerir alimentos en poca cantidad y bajo siempre en calorías.
¿Cuáles son los síntomas de la anorexia nerviosa?
Se caracteriza por:
- Pérdida de peso, generalmente pesan un 15 % menos de lo que les corresponde.
- Miedo irracional a engordar y deseo obsesivo por adelgazar.
- Distorsión severa de la imagen corporal, se ven gordos a pesar de estar por debajo del peso normal, o creen que una parte de su cuerpo es demasiado grasa.
- Preocupación desmedida por el peso y la figura.
- Realización excesiva de ejercicio físico.
- Pérdida de varios periodos menstruales consecutivos.
- Cambios en el carácter, irritabilidad, dificultad para exponer sus sentimientos, aislamiento.
- Restricción en la ingesta de determinados tipos de alimentos, como la pasta o el pan, por considerarlos más calóricos, realización de ayunos y evitación de comidas con otras personas.
- Negación del hambre así como de cualquier problema relacionado con la alimentación.
Como consecuencia de estas manifestaciones las personas con anorexia llegan a situaciones tanto físicas como psicológicas, que ponen en riesgo su vida.
¿Cómo es el ayuno al que se someten las personas con anorexia o lo que llamamos anorexia restrictiva?
Muchas personas creen que las anoréxicas dejan de comer porque pierden el apetito. Sin embargo, la realidad es que pasan hambre, pero aprenden a soportarlo. Cada vez comen menos, hasta que son capaces incluso de llegar al ayuno total, ingiriendo sólo agua y algunas ni eso. Lo que otorga a la enferma la fuerza de voluntad para no comer es la sensación de <<limpieza>> y de falso control que adquiere. Si consigue ayunar, se siente superior a los demás y logra verse delgada. Su mayor motivación para seguir esta huelga de hambre es evitar sentirse gorda, cosa que ocurre cuando ingiere casi cualquier alimento, aunque sea en las cantidades más ínfimas.
Para la anoréxica es más fácil no comer que comer en pequeñas cantidades, y su meta a largo plazo es eliminar la comida totalmente. La inanición no sólo trae consigo peligrosas consecuencias físicas, sino que también afecta a la capacidad mental de la persona. Ella ve cualquier intento de romper su ayuno como una amenaza, que podría quebrantar su fuerza de voluntad y su compromiso con la delgadez extrema cuando sucumbe al hambre. Y come algo, por poco que sea, lo percibe como un fracaso, y se deprime aún más, de manera que redobla después sus esfuerzos por no comer. El metabolismo se va ralentizando, pero la anoréxica se fuerza a hacer ejercicio físico más allá de su capacidad, por temor a engordar. Aunque a veces parezca que tiene energía de sobra, en realidad sucede al contrario.
Es difícil interrumpir el ayuno, porque para la anoréxica significa perder el control, y la única manera que conoce para recuperarlo es dejar de comer. A veces, la anoréxica reconoce que está peligrosamente delgada, y sabe que si no se alimenta puede morir, pero su cuerpo se ha acostumbrado al ayuno, y cuando come puede llegar a sentarle mal, aparte de hacer que se sienta hinchada. Hay que tener en cuenta que incluso cuando la anoréxica admite que necesita recuperar kilos, ha llegado a un punto en el que, aunque ella misma tuviera la voluntad de comer de manera normal, no podría. Volver a una alimentación saludable y en cantidades normales es un proceso que hay que abordar gradualmente.
¿Cuáles son las consecuencias de la anorexia?
Las consecuencias de la anorexia son provocadas por la desnutrición, ya que la persona se somete a una huelga de hambre en la que rechaza los alimentos que son necesarios para mantener la salud. Para defenderse de esta desnutrición, el metabolismo, el metabolismo se ralentiza para conservar energía, y esto pude tener seria secuelas como son:
Un ritmo cardíaco más lento de lo normal y una presión arterial demasiado baja, con lo que la enferma corre el riesgo de desmayarse e incluso de tener un fallo cardíaco.
Reducción de la densidad ósea (osteoporosis) a edades tempranas. Esto provoca debilidad en los huesos, que llegan a romperse con facilidad.
Pérdida de la masa y la fuerza muscular.
Deshidratación que puede provocar un fallo renal.
Pérdida del cabello y sequedad en la piel.
Lanugo: en los casos extremos, el cuerpo se recubre de una fina capa de vello, como la que tienen los fetos en el mes anterior al nacimiento, para mantener el calor del cuerpo.
Su día a día se centra en conseguir ayunar. A pesar de que algunas anoréxicas logran no sentir hambre, la mayoría lucha constantemente para engañar la sensación de apetito. El hambre les hace pensar en comida y, buscan distraerse de su obsesión. Engañan el estómago de muchas maneras, algunas consumiendo grandes cantidades de líquido o pastillas para saciar el apetito.
¿Cuál es el perfil de una persona que puede caer en la anorexia?¿A quién afecta?
Las personas que son más susceptibles de contraer un trastorno alimentario también suelen tener problemas a la hora de relacionarse con los demás y se sienten solas. O bien aparecen tímidas o conflictivas, sobre todo en la adolescencia, y tienden a encerrarse en sí mismas. La anorexia en mujeres asciende a un 95% mientras que a los hombres les afecta en un 5%.
Una característica importante es la falta de asertividad, es decir, la dificultad para decir lo que piensa por temor a discutir, a ser vejada o agredida por los demás. Hay un temor a los conflictos y los enfrentamientos que hace que la enferma termine por dirigir su rabia o su ira hacia sí misma, en lugar de resolver sus diferencias con otras personas.
Utiliza las dietas, el ayuno, el ejercicio desmedido y las purgas para encajar en el mundo que se le antoja hostil.
Las mujeres que contraen anorexia a menudo fueron niñas ejemplares: de buen comportamiento, estudiosas, que no daban grandes problema a los padres. Suelen buscar la aprobación de los demás y procuran evitar los conflictos. Aparentemente son perfeccionistas, pero se sienten plagadas de defectos. Tienen una gran necesidad de resaltar, de ser diferentes y de que se reconozcan sus cualidades. Procuran destacar a base de su extrema delgadez, que, por otro lado, no reconocen.
Los trastornos alimentarios surgen en personas con baja autoestima, inseguras, que tienden a pensar en términos absolutos (o todo o nada), perfeccionistas, que desean obtener el respeto y admiración de los demás, que tienen dificultad a la hora de expresar sus sentimientos, a las que les cuesta confiar en los demás, que buscan un lugar seguro en la vida y que temen no estar a la altura de las circunstancias, entre otras cosas.
Por ejemplo, el ayuno puede servir para llamar la atención o para sentir que controla su vida. Los atracones pueden ser una forma de reconfortarse o de ahogar el dolor emocional. Y las purgas pueden ser una manera de liberar ira y ansiedad. Los trastornos alimentarios pueden ser una vía de autocastigo.
Nadie continuaría los comportamientos que le llevan a padecer anorexia y bulimia si no le reportaran algo a cambio:
- Es una manera de reconfortarse y calmarse.
- Mitiga el dolor emocional.
- Es una llamada de atención.
- Proporciona una vía de escape para ciertas emociones como la ira o la frustración.
- Se convierte en un comportamiento predecible y <<seguro>>, en algo conocido.
- Se utiliza para evitar crear lazos afectivos con otras personas.
- Es un intento de sentirse más limpia o mejor que los demás.
¿Cuáles son las causas de la anorexia?
Aunque no se conoce bien todas las causas sí que se puede afirmar que hay factores biológicos, psicológicos,
sociales y culturales que facilitan la aparición de estos trastornos.
Factores biológicos: Hay factores biológicos que pueden hacer que una persona sea más vulnerable. Así mismo la adolescencia es la etapa de la vida más susceptible a padecer estos trastornos.
Factores psicológicos: Hay una serie de rasgos psíquicos como el perfeccionismo, la búsqueda de aprobación, el temor a la crítica, la baja autoestima, la depresión o la ansiedad, que facilitan la aparición de los TCA.
Factores culturales y sociales: Ser físicamente “perfectos” se ha convertido en uno de los objetivos fundamentales en nuestra sociedad, esta perfección se relaciona con un excesivo culto al cuerpo y unos cánones de belleza basados en la
extrema delgadez y el cuerpo diez. Así, a través de los medios de comunicación y la publicidad se impone “la delgadez”como ideal y como sinónimo de éxito social y personal.
¿Cómo saber si tengo anorexia?
Como saber si tienes anorexia es la gran pregunta ahora.
En general las personas que desarrollan una anorexia nerviosa presentan tres rasgos característicos:
1.- JÓVENES MODÉLICOS, DISCIPLINADOS Y CON UNA GRAN FUERZA DE VOLUNTAD
El inicio de la anorexia nerviosa es casi imperceptible y las primeras señales pueden aparecer a los
ojos de los demás como una forma de autodisciplina y fuerza de voluntad que no llama la atención de
su entorno ya que desde siempre a las personas que desarrollan una anorexia se las considera personas
modélicas por su preocupación y solidaridad con los demás y su excesivo ritmo de estudios.
2.- PÉRDIDA DE PESO CADA VEZ MAYOR
Poco a poco empiezan a restringir su comida, quitándose el pan, la grasa, etc. El cumplimiento de esta restricción les lleva a tener siempre una excusa para no comer delante de otras personas. Así, la pérdida de peso es cada día mayor lo que les lleva a estar exaltados y contentos con su “logros”. Sin embargo, esta etapa de exaltación y contento pasa pronto y los familiares observan como su humor cambia rápidamente y le ven irritado y enfadado.
3.- SOLEDAD: SECRETOS Y MENTIRAS
En general las personas que desarrollan una anorexia nerviosa tiene un secreto que no comparte con nadie, lo que les hace enmarañarse en un sinfín de contradicciones y mentiras que les alejan de su familia y amigos. Este aislamiento social se acrecienta con el aumento de sus actividades que obstaculiza aún más las salidas con sus amigos, no tienen tiempo de quedar ni salir con nadie.
¿Cuál es el tratamiento para la anorexia?
Para recuperarte de la anorexia o de la bulimia tienes que elegir vivir en vez de morir en vida.
¿Cómo se cura la anorexia?
Es más cómodo continuar enferma, porque es la única manera que conoces de afrontar los conflictos y las vicisitudes diarias.
El tratamiento de la anorexia se basa en dos aspectos: farmacológico y psicológico. Dedicaremos otro artículo más adelante para detallar los tratamientos para la anorexia. De momento quédate con estas pautas generales:
AFIRMACIONES PARA APRENDER A QUERERTE
- Merezco disfrutar de la vida.
- Mi peso no tiene nada que ver con mi felicidad.
- El cuerpo es el templo del espíritu.
- Mente sana en cuerpo sano.
- Me quiero tal como soy.
- Soy una persona inteligente, cariñosa.
- Los demás me quieren por quien soy, no por mi aspecto.
A los veinte años pretendía que me valiera la ropa de los quince, y me odiaba cuando comprobaba que no me abrochaba aquel viejo pantalón vaquero. Un día tomé la decisión de vestir ropa de mi talla, sin importar lo que marcara al etiqueta. Aquello fue un alivio y aumento mi autoestima.
Si sigues tu plan de comidas y colaboras con tu terapeuta, acabarás por verte tal y como eres.
Las personas con bulimia y/o anorexia les cuesta mucho relajarse y no hacer nada. Basan su valía en lo que hacen, en lugar de basarla en quienes son, y sienten que siempre tienen que estar ocupadas.
ACTIVIDADES RELAJANTES
- Meditar.
- Escuchar música clásica.
- Darse un baño.
- Recibir un masaje.
- Sentarse en una iglesia o en cualquier lugar de culto.
- Observar una puesta de sol.
- Mirar el horizonte sentada frente al mar.
- Tocar un instrumento musical.
¿Cómo ayudar a una persona con anorexia?
Es importante estar dispuesto a escuchar sin opinar (lo cual es difícil), y evitar comentarios tipo: <<no lo entiendo con lo fácil que es comer más>>, <<pareces un saco de huesos>>, o <<yo te quitaba esas manías con un buen bofetón>>, y otros por el estilo, porque sólo sirven para que la enferma, que ya está bastante a disgusto consigo misma, encuentre aun más motivos para odiarse o para sentirse sola e incomprendida.
Lo que no lleva a ninguna parte es vigilarla constantemente, ni impedir que vaya al servicio después de comer, ni hacer comentarios sobre lo que come y no come. Tampoco hay que ignorar su comportamiento, sobretodo si su estado de salud cae en picado. Se trata de encontrar un equilibrio y, sobre todo, de demostrarle que la queremos y que estamos dispuestos a ayudarla. Naturalmente, ella tendrá que entender que aunque en último caso depende de ella curarse, nosotros pondremos a su alcance todos los medios para lograrlo.
Tengamos presente que si tuviera la capacidad de elegir libremente (es decir, si no estuviera enferma), la paciente querría ser feliz y vivir libre de la obsesión con su cuerpo y con la comida. El origen de la enfermedad es complejo, pero sobre todo se basa en una falta de confianza de sí misma y en una baja autoestima. El papel de los padres en contribuir a un ambiente de apoyo y comprensión.
También hay que respetar a la enferma si nos pide que no se hagan ciertas cosas (<<mamá por favor, no me sirvas aceite con la ensalada>>, <<no me digas que estoy flaca>>). Sobretodo hay que evitar hacer comentarios sobre su peso o su aspecto. Cuando le decimos a una anoréxica o una bulímica <<ahora estás más guapa, tienes un aspecto sano>>, ella escucha, <<has engordado>>, y si todavía no está preparada para asumirlo, hará todo lo posible para adelgazar de nuevo, prolongando la enfermedad.
¿QUÉ HACER?
Asumir que la recuperación solo será posible cuando la enferma desee recuperarse.
Informarse e informar a la enferma de los trastornos alimentarios mediante libros, artículos de revistas, asociaciones especializadas.
Ofrecer apoyo y saber escuchar sin interrumpir.
Sugerirle que inicie un tratamiento, si es menor de edad, llevarla al médico.
Reconocer con ella que la recuperación es difícil, pero que otras personas lo han conseguido, y que ella también puede. Ofrecerse para acompañarla a la primera visita médica.
Admitir que la recuperación es responsabilidad de la propia enferma.
Evitar sentirse culpable.
Compartir actividades de ocio y conversaciones que no tengan que ver con su enfermedad.
¿QUÉ NO HACER?
Dar sermones, amenazar, llorarle, sobornar a la enferma para que abandona sus comportamientos irracionales.
Criticarla o avergonzarla, porque se sentirá peor y se aislará aun más.
Vigilarla a todas horas o controlarla, porque se agobiará y finalmente conseguirá salirse con la suya de todos modos.
Perder el tiempo convenciéndola de que no está gorda, por muy delgada que está. Por su enfermedad, le resulta imposible verse tal como es.
Dar consejos a menos que ella los pida.
Ignorar el hecho de que falta comida o dinero, o que el cuarto de baño está sucio porque ha vomitado, aunque está enferma tiene que responsabilizarse de sus acciones.
Basar la relación con la enferma únicamente en el trastorno alimentario.
Algunas pautas para mejorar la comunicación son las siguientes:
Evitar presuponer las intenciones, los pensamientos o los sentimientos del otro.
Evitar atacar o culpar a la otra persona, así como emitir juicios de valor.
Evitar comentarios tipo <<no sabes el daño que me estas haciendo con tu enfermedad>>.
Se pueden establecer reuniones semanales para hablar de los conflictos o problemas que afecten al núcleo familiar. En ellas se debería escuchar sin interrumpir y permitir que todos hablen sin temor a ser juzgados o recriminados.
Ay que estar dispuesto a tomarse en serio los conflictos de los demás y procurar llegar a consensos o acuerdos para resolverlos.
Aurora López – Psicóloga Sanitaria – Más Vida Psicólogos